Con la participación de Ana Franco, investigadora del Grupo de Investigación-Área Temática en Transformación de la Industria del Comercio al Detalle y del Centro de Comercio Detallista de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Con mayor eficiencia en el abastecimiento habrá ahorros para los clientes, asegura especialista.
La relocalización de inversiones (nearshoring) podría jugar a favor del descenso de la inflación, siempre y cuando las empresas se preparen mejor para aprovechar la transformación de las cadenas de suministro luego de la pandemia.
Para Ana Franco, profesora del Centro de Comercio Detallista de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, el fenómeno podría ser una buena noticia para la carestía.
En entrevista, dijo que, al acercar más los mercados a los consumidores, se pueden tener menores costos de logística, que deben reflejarse en precios bajos, sin sacrificar calidad, porque hay segmentos del mercado en que la marca es muy valorada.
Como ejemplo, señaló que, en tiendas departamentales, todo lo relacionado con los deportes es una categoría en la que ha subido la demanda, por las marcas.
“El cliente en tiendas departamentales está dispuesto a pagar por la marca y la calidad”, ponderó.
Franco destacó que, tras la pandemia, los hábitos de los consumidores se han transformado, resultado de nuevos modelos de negocio que implican actualizaciones en cadenas de suministro de las industrias.
Para ello, las empresas deben sortear retos que, en su opinión, servirán para hacer más eficiente su proceso de abastecimiento.
“Cuando haces más eficiente la cadena de abastecimiento, logras que el producto llegue directamente del proveedor al consumidor, evitando pasos, agentes y un ahorro en costos que se ve reflejado en un ahorro al consumidor”, precisó.
Así, consideró que el nearshoring podría ser una buena noticia para la inflación en momentos en que ya está en fase de bajada.
Respecto a los cuellos de botella vistos hace un año con los efectos de la pandemia y el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia, dijo que las empresas deben buscar nuevos proveedores que ayuden a tener una cadena más eficiente.
Previo a esos episodios, apuntó Franco, se dependía mucho por ejemplo de China u otros países asiáticos. Ahora se buscan otras opciones que han surgido porque se ha agotado ese rol de China o por la insatisfacción hacia la relación tan íntima entre proveedor y tiendas.
Con ello, países que antes no figuraban, como India, han empezado a ganar relevancia, señaló.
Ahora, con en nearshoring, aseguró que las empresas pueden salir beneficiadas siempre y cuando se adapten a las necesidades en tecnologías de información, de mayor respuesta al consumidor, de inteligencia y hacer minería de datos.
Franco desglosó los cuatro retos a enfrentar. Uno es pasar del modelo multicanal al omnicanal, como empiezan a hacerlo grandes empresas como Liverpool o Coppel frente a plataformas como Amazon.
“Si no trabajo una buena cadena de suministro, no le puedo dar al cliente la inmediatez. Amazon y Mercado Libre lo están logrando para darle valor al cliente, que en horas tiene el producto”, ponderó.
El segundo es tener una buena relación con los proveedores, para que todos ganen; el tercero es la tecnología, vía el comercio electrónico, y finalmente, la minería de datos o análisis de la información para ver el comportamiento del cliente.
Publicado originalmente por El Universal.
Conoce más del Centro de Comercio Detallista de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey: